“¿Por qué Carmen Polo cogió la mano a Unamuno y lo sacó del paraninfo? Nunca ha estado claro, no sabemos si fue porque el obispo Pla le pidió que lo hiciera, o si fue por iniciativa propia, en cuyo caso desconocemos qué le movió a ello. Lo cierto es que con su gesto salvó a Unamuno de un linchamiento casi seguro. Desde el punto de vista dramático nos pareció interesante apuntar a una posible admiración hacia el escritor por parte de ella. Y luego está ese maravilloso monólogo de Mireia en el coche, hablando con toda candidez de su marido, el Caudillo, y de lo que quiere para España. Eso era importante para mí, que actrices y actores buscaran siempre el lado humano de cada personaje, que huyeran de los arquetipos o estereotipos.” (A. A.)